miércoles, 27 de enero de 2010

Noche de Palomas

En estos días nocturnos, donde siempre me suele acompañar un café y un muffin como pareja ideal, suelo recorrer los confines de mi biblioteca musical hasta altas horas de la noche. Ciertas noches como esta, en el que la melancolía pasa a visitarme mientras trato de entretenerme leyendo cualquier cosa, recurro al buen Armando Palomas, poeta loco y canta-autor cargado con gran humor que plasma en cada una de sus rolas. En algunas otras muestra al amor de forma procaz pero de manera directa.Intensa y desgarrada como deben ser algunas cosas.

Armando Palomas hasta cierto punto se burla de sí mismo, porque sabe que como mexicano existimos muchos como él. Sí, muchos pendejos, jodidos, manipulados, encandilados, interesados, calientes, dolidos, frustrados, ardidos, pedotes, soñadores y traumados, pero contentos. Crisol del mexicano.


"Que no tomes más cerveza, que no tomes alcohol
que ya nada te interesa, que la vida es un sol
que aldelgazes y que tengas cuidado con el colesterol.


...Que fulano es de tu edad y ya pronto es doctor,
y que Quique tu vecino es un piloto aviador,
y que esperan verme de pingüino en su fiesta
de graduación.


...Pero que fachas te traes que pareces limosnero,
que feas botas usas y que horrible sombrero,
y que la felicidad solamente te la da el dinero

Eso no va conmigo, esas se dan, una cuarta más
abajo del ombligo"


El Palomas juega con los ritmos típicos del país en algunas canciones, como lo son los sones hustecos y esas coplas jocosas que abundan en el puerto de Veracruz, sin dejar de lado su afición al rock y blues. Es un ser nómada que lo mismo toca en la plancha del zócalo que en una taberna de mi colonia. No se cotiza, no es fresa, ni mamón como las estrellitas del rock mexicano, de quienes se burla sardónicamente: "pinche como los Mercurio, pinche Plastilina Mosh..."(de ese mismo nivel los considera), pregona en su "canción pinche".


Noche de Palomas, de café y muffin. Qué más puedo pedir.

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